jueves, 24 de enero de 2013

Exterminio de la UP fue un genocidio político

Por primera vez los magistrados de Justicia y Paz aseguraron que los asesinatos que cometieron los paramilitares y miembros de la Fuerza Pública en contra de la Unión Patriótica fueron un genocidio político.


  
 El exterminio de la Unión Patriótica cobró la vida de más de 1.500 miembros de este movimeinto político en todo el país. Foto: VerdadAbierta
Dentro del proceso que adelanta la Sala de Justicia y Paz en contra de Éver Veloza, alias ‘HH’, ex jefe paramilitar del Bloque Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, la magistratura aseguró que, de acuerdo con el análisis histórico y las pruebas presentadas por la Fiscalía, el exterminio de la Unión Patriótica, UP,  fue un genocidio político(Ver fallo).
Cabe aclarar que este tipo de genocidio, según el fallo de la Sala de Justicia y Paz, se refiere a la intención de destruir total o parcialmente a un grupo humano por razones políticas, y ocasionar la muerte a sus miembros por razón de su pertenencia al mismo, descripción que responde a la persecución de la que fue víctima la UP a manos de paramilitares y miembros de la fuerza pública durante la década de los 80 y los 90.
De acuerdo con el fallo en el que se documentan los crímenes cometidos por alias ‘HH’ en la región del Urabá,  las acciones  en contra miembros, simpatizantes y representantes políticos de la Unión Patriótica fueron sistemáticos y generalizados, y la fiscalia confirmó la participación y colaboración activa de miembros de la fuerza pública.

Colombia y los latifundistas con 40 millones de hectáreas: "¡No las toquen!"


“José Félix Lafaurie, el retardatario y delincuencial jefe de los ganaderos que acaparan
casi 40 millones de hectáreas en pastos y actividades improductivas por todo el país”,
escribe el columnista.

Lafaurie hace politiquería contra la paz. Son las voces de los Fisiocratas

Por Horacio Duque
La paz para superar el atroz conflicto social y armado que afecta a la sociedad colombiana desde hace ya casi 50 años es una utopía de la nación entera. Todos queremos un país sin muerte, sin masacres, ni paramilitares, ni bacrims (“bandas criminales”, es el término del régimen por el neoparamilitarismo, nota anncol), ni desplazamientos, ni despojos de los campesinos y los pobres del campo, ni violación de los derechos humanos.
La Mesa de conversaciones que funciona en la actualidad en La Habana, entre gobierno del Presidente Santos y las Farc es parte fundamental de una estrategia para poner fin a la guerra civil.