De: jose juan requena <requenave1@cantv.net>
Estimado compito Eduardo:
He leído su formidable escrito y estoy de acuerdo en todo lo dicho por usted, y se queda corto, en todo lo comparto.
Así es como debemos hacer criticar lo que está mal, gritarlo, advertir lo que puede suceder de seguir por caminos minados. De andar siendo ciegos y sordos como piedras "a conveniencia claro está".
Es lo que debemos hacer, contrlaloria social de opinión, despertar conciencias dormidas o aletargadas. Es prioritario, lo son tantas cosas que se han debido hacer y no las hicieron, que ahora vemos los resultados. En tres elecciones seguidas hemos retrocedido como el cangrejo.
No siempre Eduardo, estaré en todo de acuerdo contigo, pero esta vez, si lo estoy, y reflejo tu escrito en mi web larosaylaespada en yahoo grupos a la que te invito para que remitas tus escritos.
Claro que la pregunta que me hago es que ¿quién carajo los lee? no nos hacen caso, claro a los burócratas no les interesa ni oírnos ni vernos, somos seres invisibles para la nueva casta de boliburgueses. No amigo Eduardo, no son apóstoles, ni practican las enseñanzas de ellos y menos la de Cristo nuestros "dirigentes" creo que el problema está en nuestro ADN, tenemos metida la cuarta hasta en los genes.
Claro debemos ser realistas ahora son otros los tiempos políticos, han cambiado y las realidades y los hechos son muy distintos a los que fueron un 13 de abril.
La historia parece que se repite, es cíclica, nos viene encima un carajazo por uno u otro lado, lo percibo y pronto.
Clro acelerado por los múltiples errores que se han cometido muchos de ellos sin duda a propósito y a conciencia, para implosionar este proceso.
Adecos con camisa roja, oportunistas, chavismo light, chavismo sin Chávez, la cuarta dentro de la quinta saboteándolo todo. Quizá por aquello que Don Rómulo dijo "adeco es adeco hasta que se muere" y yo agrego y tienen su corazoncito de guanabana jejejeje.
Soy realista y algo pesimista, creo que este sueño ya se lo está llevando el diablo..... o los alacranes...
Pero son sus alacranes consentidos.
El problema es que ahora el pueblo ve y escucha y sabe tantas cosas, que es para sentarse a meditar, y con un pañuelo blanco o rojo, o multicolor y ponerse a llorar.
Creo que la situación politica y socioeconómica ha sido tan deteriorada que para corregirla habría que hacer un milagro, ya ni con las tres bolas esas que nunca se aplicaron. Te das cuenta que aquí nunca han mandado los revolucionarios sino los oportuniastas. A los revolucionarios verdaderos los apartaron hace tiempo. Como si fuesemos basura que apesta.
Una revolución verdadera no se puede hacer sin demoler las viejas estructuras del estado burgués.
Como dice un escualidete, "soy revolucionario" pero que sabroso es tomarse uns CocaCola con hielo en un Burger King, ¿verdad compa?
¡Viva la Revolución!
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Hasta la Victoria Siempre
José Juan Requena
El 5 de noviembre de 2010 09:29, Andrea Coa <andrea.coa@gmail.com> escribió:
Buenos días, camaradas.
Hace más de un año, y cada vez que puedo, escribo a todos estos camaradas que ahora están corriendo porque van a aprobar la ley de cultura que los alacranes quieren, y les he propuesto, que era necesario organizarse con mentalidad de poder, crear una fuerza cultural revolucionaria radical que tenga la fuerza suficiente para desalojar a la derecha recalcitrante, vendida a las transnacionales del entretenimiento, que están al mando en el Ministerio de Cultura.
Pensaba entonces, que poco a poco, pero eficientemente, podíamos avanzar. Si hubiéramos hecho algo que no fuera espasmódico y a lo cometa, tal vez tendríamos algo de fuerza, y credibilidad, para oponernos a esta ley chimba, con posibilidades de ganar.
Pero en las condiciones actuales, de manera reactiva, no vamos a lograr una victoria en este sentido. La cultura burguesa está cada vez más arraigada, y los personeros menos confiables están a cargo de desarrollar la política cultural del país. Música es Dudamel y Abreu, la política editorial del Estado, el cine, la concepción de arte y bellas artes, todos los aspectos, necesitan una limpieza profunda, un derribar lo viejo y podrido, para construir lo que sirva mejor al pueblo.
Aprovecho la oportunidad para reiterar el llamado. No se trata de si se aprueba un proyecto de ley de cultura u otro, sino de que se realice una transformación a fondo en este sentido. Y para eso hay que planear y actuar. Sólo se podrá hacer si la gente quiere hacerlo. No para ratos libres ni para cumplirle a fulana porque, pobrecita, está luchando sola. Se trata de la revolución, que no es un echarse palos en la playa o reunirse para hablar pendejadas que jamás se cumplirán.
Así sí valdría la pena hacer un esfuerzo.
Los que quieran, escríbanme y voy a donde ustedes digan, pero en serio.
Saludos,
Andrea
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