martes, 23 de noviembre de 2010

[ GANAR LA PAZ ] NOS CONTROLAN...?


Atentamente,Ricardo Rodriguez
Lima Peru.  <cfreundtp@yahoo.com.mx>


Nos controlan.
Ahora la manifestación de protesta, de malestar… de antisistema, se maneja vía "la internet". 
Los hombres y mujeres revolucionarios de antaño se han transformado en cómodos protestantes cibernéticos mediante Grupos, Blog, y mil maneras de comunicarse canalizando su malestar y enfriando cualquier otra forma más efectiva de protesta. Los dueños del sistema, los manipuladores de masas y los eternos imperialistas, se solazan ante el tropel de reclamones cibernéticos….
Antes podíamos salir a las calles y darnos un buen baño sin jabón y con rochabus, y sentir que tu coraje tenía una manifestación instintiva justificada ante cualquier atropello. Ahora, leer los miles de mensajes furibundos, arremetedores, "luchadores" me han puesto a pensar: ¡qué fácil nos controlan!

Para que ir a un mitin, o una marcha o una manifestación, que pereza, mejor escribo alguna rabiosa cojudez y la suelto por internet. Nos han parametrado, encasillado, empastados en una red de quejones sin cojones para salir y conformar las instituciones que necesita la sociedad y contrarrestar la deformación de que somos objeto, manipulados por un grupo internacional imperialista que nos conduce al gregarismo social y al sometimiento ideológico materialista.
Nos sentimos muy machos en el anonimato, y en la comodidad de la computadora. ¿Y el elemento sanador de la ira, de la irracionalidad, de la animalidad, de sentirse perseguido, y saber escapar, el saberse acosado y tener la fuerza del grupo, el dominio de la calle por la masa, la resistencia que haga temblar al enemigo común y haga fugar a los tiranos?
Definitivamente el ser humano va perdiendo la batalla ante la opresión, la sutil democracia adormecedora, la forma más artera de dominio creada por el hombre para someterlo ayudado por la cibernética.
¡Saludos valientes revolucionarios de la teclas, sacúdanse y volvamos a las calles, a los montes y a las quebradas, carajos!

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